"El día".
El parto fue duro pero sano. Yo había elegido tener un parto natural, sin anestesia ni fármacos, donde se respetara los tiempos de mi organismo en cuanto a dilatación, etc, etc. Empezé con contracciones a las 00:00hs del día 2 y no pararon hasta las 17:03 del día 3 cuando nació. Así q estuve 2 noches sin dormir, lo q me cansó mucho y el humor no era el mismo. Cómo vivo a 30km del hospital, me ingresaron el 2 a la noche, con poca dilatación, algunos vómitos. El tema es que tenía contracciones irregulares y dilataba muy poco, y muy lentamente pero cada vez me dolía más. Por momentos pensaba q si la forma de "salir de esa" era q me digan q se volvía el tiempo atrás y no había niña, en ese momento, la acaptaba. Pero la realidad era otra, y la tortura psicológica era que la única forma q ese dolor terminara, era q doliera más, q el canal de parto se abra y q nazca la bebé. A las 10 AM del 3 me revisan, tenía 5 de dilatación y me voy a la sala de partos caminando, pero con unas contracciones q cuando subian me dolían mucho, así estuve hasta las 13:30 y sin avanzar en la dilatación. Hubo una discusión con los médicos porque querían intervenir rompiendo la bolsa por "protocolo", me habían clasificado como un "parto estacionado" y "había q sacar al chico", pero zami nunca bajó sus pulsaciones, ella estaba perfecta. Logramos convencer al equipo de médicos de esperar dos horas más antes de intervenir y ahí ya hubo mala onda con los ginecólogos (no así con la matrona q me atendía). Hay toda una filosofía ahora en España de "el parto es nuestro" donde apoyan el parto natural y la lacatancia materna exclusiva. Podés parir en cualquier posición q elijas y dilatar ambulando, hay hasta bañeras para parir en algunos hospitales El tema es que los médicos son muy intervencionistas y yo no quería q después de romper la bolsa, quisieran poner oxitocina y luego epidural y bla bla. Sobre todo porque estaban monitoreando a Zami y ella estaba bien. Yo había perdido un poco el sentido de que todo eso era para tener a mi bebé, ya estaba tan en el sufrimiento físico y tan cansada q se me iba la idea de que eso era para q nazca mi bebé... ...Joaquín salió a a hablar con el ginecólogo, el tipo le explicó q por protocolo tenían q intervenir, q si luego pasaba algo ellos no querían tener ninguna demanda, (ensima Joaco es abogado, pero no se si los médicos lo sabían) cuestión q luego q que nos dieran 2 hs más para esperar si dilataba, la matrona me vuelve a mirar, y seguía en 5. Yo ya casi no daba más, tenía un poco de miedo de perder las fuerzas para el momento de la expulsión, así que hablé con ella y le dije: "Vos, fuera del protocolo, sólo por tu experiencia, qué harías en este caso?" Y me dice: "Yo rompería bolsa y luego seguiría esperando". Cuestión q decidimos eso, y eso desencadenó unas contracciones muy seguidas y muy fuertes, q me dolían mucho pero lo bueno es que enseguida dilaté a 8 y muy seguidito a 10. Ahí la sensación era de ganas de hacer caca muy fuertes, antes también me pasaba eso pero ella me decía q no puje porque me podía desgarrar el útero ya q no estaba dilatada del todo. Eso era horrible!!! porq era como q tenía q contener y no podía relajar y soltar la contracción. Me acuerdo eso, que fue horrible, y que en ese momento pensaba que Zamá iba a ser hija única. Peor era pensar en la epidural.
Al ratito que llegué a 10 (habrá sido una hora y media desde q rompieron la bolsa hasta que nació), pude tocar la cabecita, era como una cosa mojada, peluda, arrugada, como de 3cm de diámetro abriendose paso. Joaco me contó q se veía de color blanco y que le dió impresión (él estuvo ahí toda la dilatación y todo el parto en sí, sólo se fue un rato a hablar con el ginecólogo afuera para q yo me relajara y luego se fue a caminar a despejarse un poco). Debe ser duro para el hombre también presenciar el parto de su mujer, verla pasar por esos dolores y no poder hacer nada.
Una vez q apareció la cabecita fueron 3 pujos y estaba afuera. Por lástima la alegría de q se haya "terminado" el parto fue mayor q la alegría de ver a la bebé, aunque no dejó de ser re lindo conocerla. Tengo un video de ese momento, q ahí, ya más tranquila le pude decir a Joaco q agarrara la cámara y filmara algo.
Yo estaba de espaldas a la matrona, arrodillada en la cama, con los brazos apoyados en el respaldo levantado de la cama. Así que me di vuelta, me recosté en la cama boca arriba y la agarré. Tenía un olorcito!! Y era taaaan suave!! Le pusieron un gorrito y una manta para secarla y nos quedamos "piel con piel". Estuvimos juntas casi las 48hs q estuve en el hospi, solo nos separamos al día siguiente para pesarla, lavarla (en mi presencia) y cuando me fui a bañar yo q se quedó con su papá. El 5 de junio, nos dieron el alta, Zami con 50cm y 3,300kg. Yo con un desgarro cosido y un edema.
Yo me estoy adaptando a mi rol de madre, me siento muy capaz de hacerlo. Me nació un amor feroz, capaz de matar si le hicieran algo. Me despierta la mayor ternura. Lo q más me cuesta es no ser dueña de mi tiempo para hacer actividades q no tengan q ver con la maternidad, desde trabajar hasta estudiar algo, o algo tan simple como encontrar tiempo para mis cositas personales, pero calculo q será los primeros años. A veces tengo un sentimiento ambiguo, es el amor más fuerte que sentí y a la vez como requiere mi tiempo-energía y atención 100% me cansa tanto física como psiquicamente. Es como estar de guardia las 24hs, 7 días a la semana... El otro día le dije jodiendo a Joaco: "Che, no hay un día de vacaciones???", porque a veces me canso y me aburro un poco, porque no estoy haciendo más (ni menos) q cuidar de ella. Así que estamos diciéndonos el uno al otro q es este momento que es chiquita, q más adelante vamos a poder hacer más cosas.
Al ratito que llegué a 10 (habrá sido una hora y media desde q rompieron la bolsa hasta que nació), pude tocar la cabecita, era como una cosa mojada, peluda, arrugada, como de 3cm de diámetro abriendose paso. Joaco me contó q se veía de color blanco y que le dió impresión (él estuvo ahí toda la dilatación y todo el parto en sí, sólo se fue un rato a hablar con el ginecólogo afuera para q yo me relajara y luego se fue a caminar a despejarse un poco). Debe ser duro para el hombre también presenciar el parto de su mujer, verla pasar por esos dolores y no poder hacer nada.
Una vez q apareció la cabecita fueron 3 pujos y estaba afuera. Por lástima la alegría de q se haya "terminado" el parto fue mayor q la alegría de ver a la bebé, aunque no dejó de ser re lindo conocerla. Tengo un video de ese momento, q ahí, ya más tranquila le pude decir a Joaco q agarrara la cámara y filmara algo.
Yo estaba de espaldas a la matrona, arrodillada en la cama, con los brazos apoyados en el respaldo levantado de la cama. Así que me di vuelta, me recosté en la cama boca arriba y la agarré. Tenía un olorcito!! Y era taaaan suave!! Le pusieron un gorrito y una manta para secarla y nos quedamos "piel con piel". Estuvimos juntas casi las 48hs q estuve en el hospi, solo nos separamos al día siguiente para pesarla, lavarla (en mi presencia) y cuando me fui a bañar yo q se quedó con su papá. El 5 de junio, nos dieron el alta, Zami con 50cm y 3,300kg. Yo con un desgarro cosido y un edema.
Yo me estoy adaptando a mi rol de madre, me siento muy capaz de hacerlo. Me nació un amor feroz, capaz de matar si le hicieran algo. Me despierta la mayor ternura. Lo q más me cuesta es no ser dueña de mi tiempo para hacer actividades q no tengan q ver con la maternidad, desde trabajar hasta estudiar algo, o algo tan simple como encontrar tiempo para mis cositas personales, pero calculo q será los primeros años. A veces tengo un sentimiento ambiguo, es el amor más fuerte que sentí y a la vez como requiere mi tiempo-energía y atención 100% me cansa tanto física como psiquicamente. Es como estar de guardia las 24hs, 7 días a la semana... El otro día le dije jodiendo a Joaco: "Che, no hay un día de vacaciones???", porque a veces me canso y me aburro un poco, porque no estoy haciendo más (ni menos) q cuidar de ella. Así que estamos diciéndonos el uno al otro q es este momento que es chiquita, q más adelante vamos a poder hacer más cosas.